En Mijas un oscuro panorama se cierne sobre sus calles y espacios públicos, que no saben atajar el Ayuntamiento y la empresa concesionaria FCC. El descuido en la gestión de la limpieza y recogida de residuos ha alcanzado niveles preocupantes, y la falta de civismo entre la población no hace más que empeorar la situación. Mientras tanto, desde el ayuntamiento y la empresa encargada, la falta de coordinación durante la época estival genera una carga de trabajo insostenible para la plantilla laboral que no solo no engrosa sus filas, sino que dejan de cubrirse bajas y jubilaciones, dejando al municipio expuesto a imágenes impactantes de desorden y caos higiénico y medioambiental.
Desde que el Partido Socialista Obrero Español -PSOE- asumió el gobierno municipal, Mijas ha experimentado un declive palpable en la calidad de vida de las personas residentes. A pesar de las promesas de mejorar la limpieza y la recogida de residuos la realidad es que el paisaje urbano se encuentra plagado de desechos y desorden.
Uno de los factores que agravan la situación es la alta concentración de habitantes durante la época estival. El municipio puede llegar a incrementar su población hasta 2,5 veces debido al turismo, generando una demanda de servicios y recursos sin paliativos. Sin embargo, lamentablemente, el ayuntamiento y la empresa encargada de la limpieza no logran coordinarse adecuadamente para enfrentar este desafío, que se reitera verano tras verano.
La plantilla que FCC tiene para cubrir el servicio, en esta época, se ve saturada debido a la creciente población y a la falta de una planificación efectiva que irremediablemente tiene que pasar por un incremento de sus efectivos al ritmo que se incrementa la población y, por ende, la limpieza de calles y la recogida de residuos. La falta de coordinación entre las autoridades y la empresa solo ocasiona una mayor carga de trabajo para los trabajadores y trabajadoras, que luchan por mantener limpio y en orden el municipio en medio de un ambiente caótico del que también son víctimas.
El impacto de esta falta de coordinación y planificación es evidente en las imágenes que se generan a lo largo del municipio. Calles llenas de basura desbordando los contenedores, espacios públicos descuidados y playas contaminadas son escenas desalentadoras para la población residente y flotante por igual. Esta falta de cuidado no solo afecta la imagen de Mijas, sino también su economía y su atractivo turístico, sin dejar de lado el impacto medioambiental por no poder cumplirse los estándares de calidad.
Es desalentador observar cómo, en lugar de enfrentar los desafíos y trabajar en soluciones efectivas, el Ayuntamiento prefiere distraer a la población con una sobre saturación de eventos lúdicos y promesas de puestos de trabajo que nunca llegan a materializarse. Estas tácticas solo perpetúan la frustración y decepción de la ciudadanía, que ven cómo sus necesidades básicas son desatendidas en aras de una imagen superficial y efímera.
Mijas merece un gobierno comprometido y responsable, capaz de hacer frente a los problemas que afectan al conjunto de su población
La situación en Mijas requiere urgentemente un cambio de rumbo. La limpieza y la gestión adecuada de residuos son aspectos fundamentales para el bienestar de cualquier comunidad. Es hora de que las autoridades asuman su responsabilidad y trabajen con la empresa encargada para abordar este problema y buscar soluciones.
A nivel supramunicipal, este caso representa un ejemplo preocupante de la falta de coordinación y planificación en la gestión municipal. La sobrecarga de trabajo a la que está expuesta la plantilla de FCC y la falta de colaboración entre las entidades responsables generan controversia y descontento entre residentes y turistas que visitan Mijas.
Mijas merece un gobierno comprometido y responsable, capaz de hacer frente a los problemas que afectan al conjunto de su población. Es hora de que el ayuntamiento y la empresa encargada se coordinen eficazmente y lideren el camino hacia una Mijas más limpia, ordenada y próspera, que pasa por planificar una plantilla adecuada en número y profesionalidad. Solo con acciones concretas y una visión a largo plazo se podrá recuperar la confianza y el bienestar de quienes viven en Mijas y nos visitan, porque se lo merecen y para ello pagan sus impuestos.