Se le reprocha al Ayuntamiento la tala de árboles en la plaza Virgen de la Peña para alojar el ornato luminoso de Navidad.
Polémica precedida por la plantación que el Ayuntamiento ha realizada de 400 árboles en la zona del Hipódromo cuando se han talado centenares de árboles adultos en su entorno.
Estos días se ha visto envuelto el consistorio mijeño en una serie de críticas y reproches por sus actuaciones medioambientales o, más bien, por omitir vestigio alguno de su interés por este.
Entre a quienes molesta no solo están ecologistas, es un amplio elenco de personas el que muestra su desencanto por el comportamiento del gobierno municipal, que lo califican de falta de sensibilidad y van más allá, porque señalan que no se trata de proteger el medioambiente únicamente, sino que confiesan tener preocupación por las muestras que está dando el planeta con el incremento de la temperatura y las adversidades meteorológicas con temporales inusuales y con mayor frecuencia.
En este contexto, la incoherencia municipal de aprobar una declaración de Emergencia Climática, para adoptar medidas municipales que se contrapongan a esta deriva climática, e ignorarla es un hecho muy contestado por la población en general.

A ello, se le suma las tropelías medioambientales que están dándose en el municipio, como la tala de centenares de árboles adultos que ha denunciado Unidas Podemos en el Bosque El Chaparral.


Tampoco ha pasado desapercibida la tala de árboles emblemáticos en la plaza Virgen de la Peña, árboles que consiguieron superar las obras que se ejecutaron en 2015 y 2016 gracias a las movilizaciones ciudadanas, pero que han sido sacrificados este verano preguntándose la población por el porqué y para qué.

Pero, estos días con el montaje del ornato navideño se han despejado las incógnitas: los árboles estorbaban para su instalación, hecho fuertemente contestado.
Este nuevo atentando medioambiental ha ratificado la deriva con la que el gobierno municipal trata la naturaleza en el municipio.